La psoriasis |
Hasta hace poco la psoriasis estaba considerada una enfermedad inflamatoria, casi exclusivamente de la piel, pero a medida que el conocimiento avanza, se ha demostrado que la psoriasis es una patología sistémica que afecta a todo el organismo, y cuyo origen se encuentra en el sistema inmune.
Actualmente, en nuestro arsenal terapéutico no se dispone de ningún tratamiento que cure la psoriasis, por lo que, el abordaje de esta enfermedad está orientado a mejorar lo síntomas, a disminuir la extensión y la gravedad de las lesiones que provoca en nuestra piel y a la educación sanitaria del paciente, que evite la aparición de brotes y los distancie en el tiempo.
Los tipos de psoriasis se pueden clasificar en función de su gravedad en tres niveles: psoriasis leve, moderada y grave. Existen diferentes tratamientos tópicos sistémicos indicados para la psoriasis, un tratamiento cuya elección dependerá del nivel de gravedad de la enfermedad, del perfil del paciente, así como, del grado de respuesta y efectividad de los tratamientos indicados y prescritos.
En términos generales, la mayoría de la psoriasis de tipo leve a moderada y con una extensión localizada y limitada, son manejadas con tratamientos tópicos. Mientras que la psoriasis de moderada a grave precisa un tratamiento sistémico.
El tratamiento de la psoriasis requiere de un abordaje multidisciplinar, en colaboración con el resto de profesionales sanitarios, siendo el papel de la farmacia y el farmacéutico, el ayudar al paciente a aliviar los signos y síntomas de la enfermedad.
En este punto, en la farmacia contamos con diferentes productos de indicación farmacéutica como son los emolientes, que ayudan a rebajar la dureza e inflamación de la piel y los productos queratolíticos que actúan sobre la capa córnea de la piel e inciden en lesiones cutáneas, producidas por exceso de células.
Desde la farmacia incidiremos también en la importancia de seguir una correcta adherencia a los tratamientos, es decir, de cumplir las dosis y las pautas establecidas por el médico. Adherencia y educación sanitaria que ayudará a controlar la enfermedad por parte del paciente y espaciar en el tiempo la aparición de brotes de psoriasis.